Miguel Hernandez
ACEITUNEROS
Andaluces de Jaén, No los levantó la nada, Unidos al agua pura Levántate, olivo cano, Andaluces de Jaén, Vuestra sangre, vuestra vida, No la del terrateniente Árboles que vuestro afán ¡Cuántos siglos de aceituna, Andaluces de Jaén, Jaén, levántate brava Dentro de la claridad |
Miguel Hernández, 1937
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LLAMO AL TORO DE ESPAÑA
Alza,
toro de España: levántate, despierta. Despiértate. Despiértate del todo, que te veo
dormido, Levántate. Resopla tu poder, despliega tu
esqueleto, Esgrímete. Toro en la primavera más toro que otras
veces, Desencadénate. Desencadena el raudo corazón que te
orienta Yérguete. No te van a castrar: no dejarás que
llegue Víbrate. No te van a absorber la sangre de
riqueza, Revuélvete. Es como si quisieran arrancar la piel al
sol, Truénate. No retrocede el toro: no da un paso
hacia atrás Abalánzate. Gran toro que en el bronce y en la
piedra has mamado, Revuélvete. Partido en dos pedazos, este toro de
siglos, Atorbellínate. De la airada cabeza que fortalece el
mundo, Sálvate. Despierta, toro: esgrime, desencadena,
víbrate. Sálvate. |
Miguel Hernández
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ELEGÍA PRIMERA
Atraviesa la muerte con herrumbrosas lanzas, Verdura de las eras, El dolor y su manto Siempre me veo dentro Llorar dentro de un pozo, Entro despacio, se me cae la frente Entre todos los muertos de elegía, Federico García ¡Tanto fue! ¡Tanto fuiste y ya no eres!
Vestido de esqueleto, Se ha llevado tu vida de palomo, Primo de las manzanas, Cegado el manantial de tu saliva, ¡Qué sencilla es la muerte: qué
sencilla, Tú, el más firme edificio, destruido,
Caiga tu alegre sangre de granado, Muere un poeta y la creación se siente
Oigo pueblos de ayes y valles de
lamentos, No aventarán, no arrastrarán tus huesos,
Por hacer a tu muerte compañía, Pero el silencio puede más que tanto instrumento. Silencioso, desierto, polvoriento Como si paseara con tu sombra, Rodea mi garganta tu agonía |
midi: Caballo viejo, Julio Iglesias