PORQUE ES TAN DIFÍCIL QUE UNA persona rica entre en el cielo y que sea más fácil que pase un camello por el ojo de una aguja? Aún concediendo que el ojo de la aguja sea una metáfora, de todos modos la imagen es impresionante. ¿Qué extremo del camello pasaría primero si tratara de intentarlo?

¿Realmente la búsqueda de dinero para gozar de poder, prestigio y comodidad está tan alejada de los intereses del espíritu? No creo que se trate de la cantidad de dinero que uno tenga, sino más bien de lo que uno le entrega a él.

Podría ser una persona que tiene dinero no fuera rica en el sentido bíblico, y que una persona que posee cantidades moderadas se sienta molesta por su peso.

Según un antiguo cuento irlandés, un monje poseía algo muy valorado, una mosca que caminaba por cada línea de su breviario mientras él leía los salmos. Un buen dia murió la mosca y el monje comentó a su director espiritual cuánto lamentaba esa ´pérdida. Su amigo le contestó admonitoriamente:

-La desgracia siempre acecha a la riqueza.

 

SANTO TOMÁS MORO ESCRIBIÓ EN "UTOPIA".

"Lo que no puedas convertir en bien, hazlo lo menos malo que puedas".

Vivió una vibrante vida familiar, gozó de poder político y siempre buscó el espíritu monástico. Hombre de todos los tiempos, su vida fué un zodíaco de afectos y devoción. De forma particular, siguió una antigua intuición humanista: la vida del espíritu florece combinada con una vida de placer sutil, reservada, enfocada con esmero.

Si uno aspira a una vida de pureza espiritual, entonces, más que la mayoría, debe cultivar honrados placeres mundanos.

 

 

CUANDO OLVIDAMOS, ¿LO HACEMOS por olvido o por absorción?, pregunta Emily Dickinson.

Cuando se nos presenta un nuevo pensamiento, sentimiento o idea, no podemos olvidarlo ni pasarlo por alto.

Cuando lo hemos invitado a entrar o hemos acordado vivir en su compañía, tal vez entonces deja de preocuparnos tanto.

Será olvidado, es decir, no exiliado en el olvido, sino absorbido en nuestro ser.

 

SE DICE QUE MIGUEL ANGEL ERA CAPAZ de ver la escultura en un trozo de mármol en bruto.

¿Podría eso ser también un talento para ver el mármol del cual nacen nuestras cosas?

Solemos considerar todas las cosas de la vida, desde objetos a personas, como si fueran cosas dadas, fijas, separadas, unidimensionales.

¿Podríamos percibir también las historias en que viven, el espíritu que les da de un contexto, la música producida por sus movimientos, los aromas que emanan de su presencia, el vacío reemplazado por sus formas?

¿Qué tipo de sentidos se necesitarían para esa percepción?

 

MARSIAS, PERSONAJE MITOLÓGICO que tocaba la flauta o el oboe, desafió a Apolo a una competición en la que las musas actuaron de jueces. Marsías perdió y su castigo fue ser desollado.

La tortura del mortal por el dios que lo inspira fue un tema central en el renacimiento de los misterios antiguos, dice del arte sagrado renacentista el historiador de arte  Edgar Wind. La desolladura mitológica de Marsias fue una imagen muy importante de este misterio que podría estar implicado en todos los experimentos serios que se hacen en la vida espiritual. Nuestros modestos intentos protectores en espiritualidad, sostenidos a veces por sentimentalismos, podrían quedar hecho trizas, desollados y descuartizados cuando descubrimos la pasmosa naturaleza de lo que inocentemente llamamos divino y angélico.

 

ORFEO Y EURÍDICE. LA ESPIRITUALIDAD del oscuro mundo  subterráneo  órfico  es tan sagrada y está tan ligada a la divinidad como cualquier cielo, montaña y búsqueda del espíritu centrada en la luz. Pero el misterio de Orfeo confunde con  su lógica hostil.

Si uno desea recuperar de las profundidades su tesoro, aquello que ama, su propia alma en realidad, no debe mirarlo en ese momento eterno entre la vida y el olvido de la muerte.

El objetivo mismo de la búsqueda espiritual desaparece instantáneamente cuando se lo percibe.

Así, pues, generación tras generación, los poetas órficos hablan de lo que jamás han visto y jamás verán mientras estén en su presencia.

 

CUANDO LOS MONJES ENTONAN sus cantos, hacen una música que refleja e imita la vida que están viviendo. El canto es el modal. No tiene el impulso hacia la conclusión ni la insistente relación entre notas y acordes que tiene la música moderna. Los finales y puntos culminantes aparecen en su mayor parte en la propia melodía, con una elevación llena de sentimiento en la canción , y una segura entropía en la energía musical.

Una vida modal que refleje el canto podría ser creada más por el arte que por la pura emoción. Seria individual (melódica) más que colectiva (armónica).

En una vida modal los finales son suaves, las cimas son redondeadas y la energía es reservada. La vida modal, como la música modal, tiene la belleza especial que procede de la ausencia de impulsividad.

Jamás he visto bailar vals a los monjes, y no creo que sus vidas se meneen y bamboleen como en el rock and roll.

DADO QUE LA VIDA DE UN MONJE ES esencialmente un retiro del mundo, es necesario que casi cada dia decline alguna invitación de la vida moderna.

Suele ser difícil acercarse físicamente a los monasterios. Es posible que tengan largos caminos de entrada, sólidos portales y verjas exteriores, puertas macizas, sonoras campanas, un laberinto de corredores y letreros en latín. Estas son formas rituales que insinúan un espíritu que decididamente se resiste a la cultura moderna.

Si deseamos ponernos las vestiduras metafóricas del monje en nuestra búsqueda de la espiritualidad, podríamos aprender este arte de tortuosidad y ocultación, en definitiva el medio para preservar la integridad espiritual. Al mundo le costaría muchísimo entrar.

 

 

SEGÚN UN CUENTO JAPONES, un renombrado profesor de arquería sube hasta la cima de una montaña para conocer al mejor arquero del mundo. Se queda atónito al ver que este experto maestro no usa arco ni flecha. Sin embargo, cuando el maestro apunta hacia el cielo en actitud de disparar, sin nada en los brazos, y después suelta la flecha invisible, cae un pájaro al suelo.

Lo que yo sueño e imagino es la vuelta de la vida monástica sin necesidad de monasterios, la recuperación del lenguaje sagrado sin iglesias donde usarlo, la educación del alma llevada a cabo fuera de las escuelas, la creación de un mundo artístico e ingenioso realizado por personas que no son artistas, el surgimiento de una sensibilidad psicológica olvidada ya la disciplina de la psicología, una vida de intensa comunidad sin organizaciones a las que pertenecer, y la consecución de una vida del alma sin tener que hacer ningún progreso hacia ella.

 

 

 ALGUNOS TEÓLOGOS RENACENTISTAS trabajaron muchísimo por reconciliar el paganismo con el judaísmo y el cristianismo. Todavía nos falta lograr esta distensión, que es esencial para la vida del alma. Partes de nuestros corazones y mentes se encuentran en el huerto de Getsemaní y en el jardín de Epicuro, en el zodíaco de los apóstoles y en el zodíaco de los animales, en el vino de Dionisios y en el vino de eucaristía, en los salmos de David y en los himnos de Homero.

No se trata de la pertenencia a una religión o la profesión de una fe, se trata de la orientación en la vida y la participación de sus misterios. Todos podemos ser paganos en nuestra afirmación de la vida, cristianos en nuestra afirmación del amor comunitario, judíos en nuestra afirmación de la sacralidad de la familia, budistas en nuestra afirmación de la vacuidad, y taoístas en nuestra afirmación de las paradojas.

El nuevo monje viste ropas invisibles. Thomas Merton viaja al otro lado del globo y muere en casa de unos monjes orientales. ¿No es este un mito de nuestro tiempo sobre la resurrección del espíritu monástico?